No se si sabéis que el 70 % de la población sufre problemas en los pies, un zapato inadecuado cambia la forma , la fricción y la presión al pisar. Provoca dolor y malformaciones óseas con el tiempo.
Si utilizamos de forma continuada el calzado inadecuado, a nuestros pies les pasa factura, aunque solo nos demos cuenta cuando estos nos duelen.
Nos pueden apareces ampollas, callos, fascitis plantar y grietas son los más comunes. No obstante, otros trastornos, como los juanetes también se ven agravados. Todo esto se agrava debido a la baja calidad del calzado.
El calzado sintético hace que todo esto se acelere, pues los materiales sintéticos, plásticos..., aumentan la sudoración y propician la aparición de lesiones. Aunque se están creando materiales sintéticos interesantes, transpirables, antibacterias... hay que informarse sobre la marca y características de esta.
Uno de los signos que confirman que no hemos hecho una buena compra está en las ampollas que provocan las sandalias al ir sin calcetines. Otro clásico son las rozaduras. Los expertos insisten en que la talla no siempre es la misma en todas las marcas y fabricantes. Si queda estrecho, no debemos tener miedo a probarnos otra talla, puede que quede mejor de ancho y si sobra de capacidad, podemos poner una plantilla. Hay que desterrar la costumbre “ya darán de sí”. El calzado debe adaptarse al pie, no el pie al calzado.
Como veis elegir el calzado que nos ponemos no es una tontería, tenemos que tener claro la consecuencias que esto puede tener no solo para nuestros pies sino también para los músculos de las piernas (provocado por el tacón), espalda... así que tener en cuenta todo esto cuando vayáis a realizar una compra.
Un buen calzado no solo hace que vayamos mas cómodos sino también hace que ciertas partes de nuestro cuerpo no sufran ningún daño.
Uno de los signos que confirman que no hemos hecho una buena compra está en las ampollas que provocan las sandalias al ir sin calcetines. Otro clásico son las rozaduras. Los expertos insisten en que la talla no siempre es la misma en todas las marcas y fabricantes. Si queda estrecho, no debemos tener miedo a probarnos otra talla, puede que quede mejor de ancho y si sobra de capacidad, podemos poner una plantilla. Hay que desterrar la costumbre “ya darán de sí”. El calzado debe adaptarse al pie, no el pie al calzado.
Como veis elegir el calzado que nos ponemos no es una tontería, tenemos que tener claro la consecuencias que esto puede tener no solo para nuestros pies sino también para los músculos de las piernas (provocado por el tacón), espalda... así que tener en cuenta todo esto cuando vayáis a realizar una compra.
Un buen calzado no solo hace que vayamos mas cómodos sino también hace que ciertas partes de nuestro cuerpo no sufran ningún daño.
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